La temporada navideña es una época llena de magia y momentos especiales con los seres queridos. Sin embargo, también puede ser un periodo de excesos, compromisos sociales y estrés que, si no se manejan bien, pueden afectar a tu bienestar, especialmente si estás embarazada.
Este año, tienes la oportunidad de vivir una Navidad diferente, centrándote en ti y en tu bebé, y disfrutando de una forma más consciente y equilibrada. El embarazo es un momento único en tu vida, y merece toda tu atención y cuidado. Durante las fiestas, es fácil caer en el ritmo frenético de las celebraciones, pero mantener un balance entre el disfrute y el autocuidado será clave para que esta temporada sea inolvidable.
Ajusta tus expectativas
Una de las primeras cosas que puedes hacer es rebajar la autoexigencia: no tienes que hacerlo todo, ni complacer a todos. La prioridad eres tú y tu bebé.
La comida es uno de los grandes protagonistas de la Navidad, y es normal querer disfrutar de los manjares que se sirven en la mesa. Ya sabes que algunos alimentos no son seguros durante el embarazo. Y, como en todo, tu criterio propio será tu mejor aliado: estás en tu derecho a decidir lo que es bueno para ti, independientemente de las opiniones de familiares y amigos. Opta por opciones ricas en nutrientes que te aporten energía y cuiden de tu salud. Platos con verduras al horno, frutos secos o pescados bien cocidos son deliciosos y seguros.
Y no tienes por qué perderte el brindis de sobremesa. Si todos están brindando con cava o champagne, puedes unirte al momento con alternativas como el cava sin alcohol, mocktails o agua con gas aromatizada con rodajas de limón o hierbabuena. Lo importante es servirlo con una copa especial que te haga sumarte a la celebración.
Evitar excesos no significa privarte de lo que disfrutas. Más bien, se trata de escuchar a tu cuerpo, saborear los alimentos con calma y parar cuando te sientas satisfecha. De esta forma evitaremos una mala noche de náuseas, vómitos, ardor u otros síntomas frecuentes durante el embarazo.
Pon límites
El estrés puede ser un visitante incómodo en esta temporada. Las largas listas de regalos, las reuniones familiares y las expectativas sociales pueden resultar abrumadoras. Para evitarlo, establece prioridades claras y no dudes en pedir ayuda: delegar tareas y simplificar los planes ¡puede marcar una gran diferencia!
La Navidad es una época excelente para aprender a poner límites de forma asertiva. Rechaza educadamente opiniones no solicitadas sobre cómo debes llevar tu embarazo, las distintas preferencias a la hora de dar a luz o cómo criar a tu bebé. Procura hacer oídos sordos y no llevarte ningún comentario a un plano personal. Sólo tú y tu pareja sabéis qué es lo mejor para vosotros y vuestra criatura. ¡Te aseguro que esto será un buen entrenamiento para cuando tu bebé esté al otro lado de la piel!
Darte permiso para descansar durante estos días festivos. Reserva momentos solo para ti, ya sea para disfrutar de un baño relajante, leer un buen libro o practicar ejercicios de respiración profunda. ¡Estás creando una vida dentro de ti y te aseguro que esto ya es un trabajo a tiempo completo! Las técnicas de hipnoparto, como la visualización guiada o las afirmaciones positivas, pueden ayudarte a calmar la mente y fortalecer la conexión con tu bebé. Cada momento de tranquilidad que te regales será un regalo para ambos.
Practica la gratitud y la atención plena
En medio del bullicio, trata de estar presente en cada actividad: saborea lentamente los alimentos, disfruta de las conversaciones y observa los pequeños detalles que te rodean. Cada instante puede convertirse en una fuente de alegría si lo experimentas con plena conciencia y agradecimiento. ¡Y seguir sumando pequeños momentos especiales que favorezcan la producción de las hormonas de la felicidad, es justo lo que necesitamos en pleno embarazo!
La Navidad puede ser un momento maravilloso para reconectar contigo misma y vivir la espera de tu bebé de forma consciente y rodeada de los seres que más quieres. Al priorizar tu bienestar, establecer límites saludables y rodearte de un ambiente relajante, estarás creando recuerdos inolvidables para ti y para tu pequeño. Te mereces vivir esta etapa con calma, amor y mucha alegría.
¡Felices fiestas!
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