La historia de parto
El 17 de noviembre es uno de los días más importantes de mi vida, mi parto como dice Patricia (mi matrona), fue un parto de libro que no se yo eso que signifique pero me imagino algo bueno jajaja, todo empezó un 14 de noviembre cuando fui al baño y me di cuenta que el tapón mucoso empezaba a salir (39+3), he de decir que no era una cantidad para nada grande, procedí a tomarle foto y mandársela a las matronas del equipo ya que, como buena primeriza no estaba 100% segura de que se trataba del tapón. Ellas me dijeron que no había de qué preocuparse ya que el tapón podía salir días antes de ponerse una de parto, así que nada yo continué con mi vida como si nada.
16 de noviembre a las 2:45 am me desperté con una sensación de cólicos tipo regla y la panza dura, empezaba a tener olas pero con una frecuencia no muy corta, nuevamente escribí a mis matronas y me aconsejaron darme una ducha con agua calentita y que intentara volver a descansar, ya que este tipo de molestias ayudaban a suavizar el cérvix pero que aún no eran contracciones de parto. Más tarde, a las 4:45 am yo seguía igual, ellas me comentaron que era normal y que podía estar varios días antes de empezar con el parto, así que yo procedí a darme un baño con agua calentita para que el dolor lumbar se calmara y al mismo tiempo prepararme mentalmente para cuando fuera la hora. Era momento de poner en práctica todo lo que había aprendido del curso de hipnoparto que hice, así que me puse una meditación, velas y a relajarme. El resto del día fue normal, seguí sacando el tapón pero las olas iban y venían por ratos, así que no le di más importancia. Antes de dormir me puse afirmaciones positivas, ya que por momentos el miedo me invadía.
Por lo visto funcionó porque no fue hasta la madrugada del 17 de noviembre a las 2:44 am que me desperté por una ola un poco intensa, e inmediatamente después rompí aguas. No podía creerlo llegaba el momento! Escribí inmediatamente a Patri y le comenté lo sucedido, a lo que ella me hizo unas preguntas de control para monitorizar que el líquido y el bebé estuviesen bien. A las 4:29 am empecé a sentir las olas y como ya eran algo incómodas, no me lo pensé más y me puse la máquina TENS (la mejor decisión que pude haber tomado). Aquí es cuando la acción empezaba, oficialmente estaba de parto! Como Paula dice (coach de hipnoparto) qué importante es el acompañante de parto en esos momentos. En mi caso yo tuve la fortuna de contar con las 2 personas más importantes en mi vida: mi mamá y mi esposo. Jack había hecho el curso de hipnoparto conmigo, así que sabía perfectamente cómo actuar/ decir.
Nuestro ambiente en todo momento fue tener todo a oscuras más que la luz de las velas. Decidí poner velas de chai por toda la casa porque es un aroma que me encanta, después de cada ola mi madre y Jack me llenaban de mimos, si no era con masajes era con palabras de aliento, caricias, comida, etc. Me sentí súper protegida en todo momento y yo creo que es una de las cosas que más me ayudaron a generar oxitocina. En ningún momento sentí miedo; algo que recuerdo mucho es que las únicas cosas que escuchaba en todo el preparto fueron meditaciones de myBabymyBirth ('Viaje a tu lugar favorito' la que más) y afirmaciones positivas. Tanto así que cuando tenía alguna ola muy intensa mi madre me las decía al oído mientras me abrazaba. Jack cuidó tan bien el ambiente de parto que él estuvo en contacto con Patri monitorizando la regularidad de las contracciones. No fue hasta las 14:00 que fuimos al hospital. Quiero recalcar la importancia que tiene cuidar el ambiente, ya que esto fue un error que yo cometí, y es que en casa cuidamos perfectamente el ambiente pero en el trayecto al hospital no, la verdad no le di importancia y oh sí que la tiene, fue salir del portal y claro, ya era por la tarde, así que el sol a todo lo que daba directo a mis ojos, después de estar horas a la luz de las velas, no es nada lindo. Y el ruido de la calle tampoco me ayudaron, sentí que perdí un poco la gestión del dolor, en ese momento solo podía escuchar en mi cabeza a Paula decir el trayecto al hospital también es importante jajaj cabe recalcar que en todo momento tuve la máquina TENS puesta, para lo único que me la quitaba era para darme duchas con agua caliente para tratar de ralentizar las contracciones.
Bueno total que llegamos al hospital, a la maravillosa sala de parto natural donde Patri nos recibió más que preparada. En todo el parto sólo tuve 2 tactos: uno fue justo al llegar para ver si había dilatado todo ese tiempo estando en casa, y oh sorpresa estaba de 5 cm, monitorizaron a Sophie y estaba perfecta. Yo me sentí tranquila porque en ningún momento se me planteó ponerme una vía ni ofrecieron epidural (cosa que puse en mi plan de parto).
Ya casi cumplía 2 hrs de haber llegado al hospital. Hubo un momento en el parto que la máquina TENS ya no me hacía ni cosquillas. Recuerdo que tuve un momento de inflexión en el que me tiré al suelo del dolor y gritar: “NO PUEDO NO PUEDOOOOOO” en ese momento mi mamá y mi esposo se tiraron conmigo sin pensarlo mientras me abrazaban y me repetían “Eres una mujer fuerte” “Cada ola te acerca más a Sophie”, mientras por otro lado Patri salió corriendo por el óxido nitroso. He de decir que yo estaba tan en mi planeta parto y no supe ni como usarlo, así que lo dejé de lado por ese momento. Mientras tanto optamos por un masaje relajante para la zona baja de la espalda, pero ya yo empezaba a sentir ganas de pujar, así que se lo comenté a Patricia a lo que me hizo un segundo tacto para ver si era buena idea empezar con los pujos, y oh sorpresa en casi 2hrs había dilatado ya a 8 cm, así que me dio luz verde. Preparó la bañera y me metí, creo que no duré ni 10 min ahí porque apenas y le dio tiempo a la ginecóloga a llegar! Fue entrar y empezar a pujar.
Mi lado más mamífero salió a flote. Yo sé que esto no le pasa a todas, pero tuve un momento en el que mi instinto fue el de huir, querer cerrar las piernas y salir corriendo, a mi se me había olvidado hasta como respirar! Mi esposo nuevamente como buena roca me miró y empezó a respirar como habíamos aprendido en los cursos de preparación al parto. Yo por imitación conseguí hacerlo y relajarme. Fue entonces que en 4 pujos Sophie nació, por fin la tenía conmigo, inmediatamente me la pegué al pecho (con ayuda de Patri que me la colocó), y mientras tanto Jack hacía el pinzamiento tardío del cordón umbilical. Sin duda una experiencia maravillosa, la cual fue como me imaginé que iba a ser.
Gracias al equipo de One to One y a Paula del curso de hipnoparto de myBabymyBirth por haberme dado las herramientas para tener el parto que siempre soñé: en agua, sin epidural y con el mejor equipo posible.
Itzae