La historia de parto
El día 13 de diciembre entramos en la semana 41 con todos los controles de monitores+eco cada 48h. Yo no quería que habláramos de inducción pero cuántas veces los gines me lo ofrecían,... como todo iba bien seguí negándome hasta que mi cuerpo y mi bebé estuviéramos preparados.
El domingo 19 por la mañana fui al último control todo seguía perfecto y teníamos noche de luna llena. Me programaron la inducción para el martes 21 semana 42 de gestación. A las 22:00 de la noche del domingo tuve un dolor muy suave y rompí aguas meconiales. Qué felicidad, en horas conocería a mi bebé.
Había hecho la preparación para un parto fisiológico en la casa de nacimientos pero el protocolo de allí no me dejaría parir en la bañera con las aguas meconiales. Empecé a tener leves contracciones y llamé para informar, me dijeron que tranquilamente, sin prisa, fuera hacia allí. Terminamos de cenar unas pizzas, cogimos las maletas y fuimos hacia allí. No estaba en trabajo de parto activo, así que nos dejaron en una habitación de la casa de nacimientos, muy acogedora.
Iniciamos, con Joni mi acompañante, todo el ritual de música, aceites, luces tenues,... y las olas fueron intensificándose. La matrona, muy respetuosa con todo el proceso pero marcada con un protocolo de aguas meconiales, después de 10 horas, de duchas y cambios de posición, las olas muy intensas y cada 1-2 minutos, todos pensábamos que estábamos a punto de pasar a sala de parto natural para iniciar expulsivo. Me hicieron el primer tacto y había dilatado 2 cm. Qué bajón, estábamos agotados! Al cabo de 3 horas, nuevo tacto y seguía de 2cm. Pedí epidural. Con ella 4 horas, la dilatación era de 3cm.
Iniciaron oxitocina a las 20 horas del inicio de parto me hicieron tacto y estaba de 4cm y el bebé estaba haciendo un cavum y alguna bradicardia.
Mi equipo y yo después de lucharlo y hacer todo lo posible decidimos hacer cesárea. Fue una cesárea preciosa y humanizada, con mi pareja, la música que escogimos, una piel con piel conmigo.
Pude ver la placenta y un pinzamiento óptimo del cordón y lactancia materna precoz. No nos separamos ni un segundo.
Las conclusiones fueron que los protocolos me condicionaron mucho el ritmo de mi trabajo de parto, el bebé estaba en posterior y no logré dilatar lo suficiente para un parto vaginal, pero la cesárea fue respetada y positiva en todo momento.
Antes del parto utilicé BRAINS para los controles hasta la semana 42 y todas las herramientas de relajación del curso de hipnopart. Gracias Paula por ayudarme a descubrir herramientas para el control del dolor y de aquella experiencia nueva y tan intensa. Noah nació sano con 3,600kg 52cm y es un bebé feliz con LME.