La historia de parto
Por fin he encontrado tiempo para escribir mi parto y compartirlo con vosotras, estoy muy orgullosa y feliz de cómo fue, espero que os guste y cualquier duda o comentario estaré encantada de leerlo!
Mi primer parto, en La Zarzuela también, fue muy bueno pero totalmente intervenido (oxitocina, epidural...), no tomé ninguna decisión, me dejé llevar, y afortunadamente me salió bien. Aun así, mi sensación no era del todo buena y decidí prepararme bien para este parto.
La madrugada del 28 de octubre me empecé a sentir rara en la cama, como a las 7 de la mañana sentí la primera contracción, me quedé tranquila en la cama hasta las 8 que tenía que levantarme para preparar a mi hija para ir al cole, al bajar la escalera de casa, rompí aguas y ya estuve segura de que estaba en marcha. Tenía contracciones irregulares cada 15 o 20 minutos, la sensación era la de notar cómo un músculo trabajaba, tenía tanta ilusión por el parto que me resultaba placentero notarlo. Fui con mi chico a dejar a la niña en el cole, era el día que celebraban Halloween y llevaba preparando un cuento para contar a los niños toda la semana, así que nos quedamos allí hasta que terminamos la función, nos despedimos de la pequeña sin decirle que ya venía su hermana, y nos fuimos para casa. Ya en casa esperamos que vinieran mis suegros que se iban a quedar con nuestra hija mientras estuviéramos en el hospital, les explicamos unas cuantas cosas, paseamos al perro y como mi chico estaba ya nervioso, nos fuimos hacia el hospital cuando tenía contracciones regulares cada 10 minutos.
Tardamos alrededor de 40 minutos en llegar, más o menos llegamos a las 13:30, pasé el triaje y me pusieron monitores. En el trayecto las contrataciones habían disminuido y tardaron un buen rato en volver. Estuve en el box de urgencias con los monitores puestos algo más de una hora, en ese tiempo pasaron por allí varias personas, la ginecóloga me hizo un tacto, estaba de 2/3 cm y cuello borrado al 50%, como las contracciones eran irregulares me dijo que me pondrían oxitocina, y ahí fue cuando saqué el plan de parto, la gine se lo pasó a la matrona y, para mi sorpresa, la matrona se entusiasmó mucho. Ahí me relajé un montón al sentirme en sintonía con la persona que iba a estar pendiente de mi en todo el proceso, iba un poco a la defensiva ya que no tuve muy buenas sensaciones con la matrona que me atendió en consulta durante el embarazo. Había dos puntos en el plan de parto que chocaban con el Protocolo y me habían dicho que no iba a poder ser: no quería vía ni monitores continuos. La matrona y yo llegamos al acuerdo de retrasar la vía todo lo posible y vendría a ponerme monitores ella de vez en cuando. Nos dieron habitación sobre las 15 horas, mi chico se fue a comer y estando yo sola en la habitación todo empezó a fluir mucho mejor, se regularon las contracciones, aún muy espaciadas, cada 8/10 minutos, seguían siendo la misma sensación de esfuerzo muscular. Al volver mi chico me trajo comida, comí y seguí a lo mío, escuchando relajaciones guiadas y en todo momento de pie paseando y haciendo movimientos de cadera. Estuvimos solos en la habitación hasta las 19 que vino a verme la matrona, tenía las contracciones ya cada 5 minutos, algo más intensas pero muy llevables. Me tumbé en la cama, me hizo un tacto después de pedirme permiso, estaba de 4 cm, me dejó puestos monitores y me dijo que descansara un rato en la cama, que me quedaban horas todavía. Me dio un poco de bajón, porque ya llevaba muchas horas y esperaba estar más dilatada, además en la cama las contracciones eran dolorosas y más espaciadas. A y media vino a quitarme monitores y me levanté de la cama para seguir moviéndome, al rato las contracciones volvieron a estar como antes de tumbarme. Ya eran muy intensas así que decidí meterme en la ducha para llevarlas mejor. En la ducha ya creía que no iba a poder soportarlo, tenía mucho frío a pesar de estar el baño ardiendo, pensé en tirar la toalla, me dije a mi misma que no tenía nada que demostrar, y, haciendo caso a mi chico, salí de la ducha para tomarme una sopa que me habían traído, dispuesta a pedir después la epidural.
Al salir del baño la sensación cambió completamente, se me fue el dolor y empecé a sentir como la niña bajaba por el canal. Llamamos a la matrona, tardó unos 5 minutos en aparecer, le conté lo que sentía y me dijo que no podía ser, que seguramente era porque la niña estaba colocada espalda con espalda y sentía presión por eso, que me exploraba y íbamos a paritorio. Yo solamente le decía: no te va a dar tiempo, va a salir ya, va a salir ya! Me subí a la cama y me agarré al cabecero, hice la respiración descendente de hipnoparto cada vez que notaba la presión y sentía como bajaba. Sentí escozor alrededor de la vagina y en una ola más salió la cabeza y después el cuerpo. La matrona la cogió y me la dio, la puse en mi pecho y me quedé de rodillas con ella ahí. Ni siquiera lloró, fue una auténtica pasada, a las 20:50 estaba fuera, solos mi chico y yo con la matrona en la habitación. No dio tiempo a vía, ni a monitores ni a ir a paritorio, fue como estar en casa, mis luces tenues, mi música relajante... Como no había nadie más, mi chico asistió a la matrona y le ayudó a sacar a la peque, así que para él también fue una experiencia alucinante. Recomiendo mucho hacer el curso de hipnoparto y también el uso de la app Ona, que me ayudó con la música y el contador de olas.
Gracias a este grupo por las dudas resueltas y el apoyo y a Paula por este curso tan maravilloso.
(El relato fue compartido en el grupo privado de alumnas del curso de hipnoparto de myBabymyBirth).